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SIMON BOLIVAR


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SIMON BOLIVAR
INDICE




GENEOLOGIA Y ANTE PASADOS

Su padre, Juan Vicente Bolívar y Ponte-Andrade y su madre María de la Concepción Palacios de Aguirre y Arista-Sojo y Blanco, pertenecían a la aristocracia caraqueña y cuando se casaron en el año 1773 había una gran diferencia de edad entre ambos cónyuges. Juan Vicente tenía 47 años en ese momento y Concepción 15 años. Tuvieron cuatro hijos más, tres de ellos mayores que Simón y una menor, cuyos nombres fueron Juan Vicente, María Antonia, Juana y María del Carmen.

Entre sus logros para Caracas está el haber gestionado en el Consejo de Indias la concesión real del escudo que aún conserva, junto con el título de "Muy noble y leal ciudad".

Con el tiempo los Bolívar se unieron en matrimonio con las familias de los primeros pobladores de Venezuela y alcanzaron rangos y distinciones tales como las de Regidor, Alférez Real y algunos gestionaron los títulos nobiliarios de Marqués de Bolívar y Vizconde de Cocorote, asociado con la cesión de las Minas de Cocorote y la facultad de administrar el señorío de Aroa, conocido por la riqueza de sus minas de cobre (estos títulos sin embargo no llegaron a concederse).





INFANCIA
Las referencias que dejó Bolívar en su correspondencia hacen suponer que su infancia fue dichosa, feliz, segura, rodeada de sólidos afectos y gratos recuerdos con parientes destacados e influyentes dentro de un ambiente aristocrático y en general, dentro de un ambiente que le brindó equilibrio emocional, cariño y afecto.
En este sentido existen algunas anécdotas que se popularizaron en Venezuela que presentaban a Bolívar como un niño turbulento debido a que los escritores románticos consideraron indispensable atribuirle una niñez indómita creyendo, según la moda de la época, que no podía salir un hombre excepcional de un niño normal pero se ha demostrado que esas anécdotas fueron inventadas e introducidas en los relatos de Historia por Arístides Rojas, considerado un excelente narrador pero que usó a menudo su imaginación a falta de documentos que demostraran la veracidad de sus relatos.
Simón, de la estirpe vasca de los Bolibarjauregui, pero de raza tirando a mulata, nació en la noche del 24 al 25 de julio[4] de 1783 en una casa solariega ubicada en la Plaza San Jacinto de Caracas.[5] Fue bautizado el 30 de julio de 1783, en la Catedral de Caracas, con los nombres de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad de la Concepción, por el doctor Juan Félix Jerez Aristeguieta, su primo hermano quien, de acuerdo con don Juan Vicente, padre del niño, le puso el nombre de Simón.
En enero de 1786, cuando Simón contaba dos años de edad, su padre murió de tuberculosis, y así doña Concepción quedó como cabeza de familia, velando eficientemente por los intereses de la familia hasta su muerte.
Sin embargo, las responsabilidades hicieron que su salud, también enferma de tuberculosis, decayera rápidamente y, según la opinión de médicos historiadores, es posible que ya entonces Bolívar sufriera la primo-infección tuberculosa con un tipo de tuberculosis que pasa inadvertida mientras las defensas corporales son favorables.
Concepción murió el 6 de julio de 1792, cuando Simón tenía nueve años, pero tomando la precaución de hacer un testamento en el que dispuso quién debería hacerse cargo de sus hijos.
Los hermanos Bolívar pasaron entonces a la custodia de su abuelo, don Feliciano Palacios, que cuando asumió el papel de tutor se sentía tan enfermo que empezó a preparar también su testamento para designar un sustituto como tutor de sus nietos y decidió pedir opinión a éstos para respetar su voluntad.
Retrato de Simón Bolívar a la edad de 17 años.
Bolívar en 1804.
Simón fue confiado a su tío don Esteban Palacios y Blanco, pero como éste se encontraba en España permaneció bajo la custodia de don Carlos Palacios y Blanco, otro de sus tíos, que por lo visto era un hombre con el que no se llevaba bien y que era tosco, de carácter duro, mentalidad estrecha, que se ausentaba frecuentemente de Caracas para atender sus propiedades y que por lo tanto solía dejar a su sobrino atendido por la servidumbre y asistiendo por su cuenta a la Escuela Pública de Caracas.



Educación
El desempeño escolar de Bolívar no fue muy brillante como alumno de la Escuela Pública, institución administrada por el Cabildo de Caracas que funcionaba de forma deficiente debido a la carencia de recursos y organización.
En aquel entonces, Simón Rodríguez era maestro de Bolívar en esta escuela y don Carlos, pensaba enviarle a vivir con él porque no podía atenderlo personalmente y las protestas de su sobrina María Antonia sobre la educación y atenciones que recibía su hermano eran frecuentes.
Ante la perspectiva de vivir con su maestro, Simón escapó de la casa de su tío el 23 de julio de 1795, para refugiarse en la de su hermana María Antonia, que ejerció su custodia temporal, hasta que se resolvió el litigio judicial en la Real Audiencia de Caracas que devolvió a don Carlos, la custodia de Simón.
Una vez allí, las condiciones en las que vivía con el maestro Rodríguez no eran las ideales, pues tenía que compartir el espacio con 20 personas en una casa no apta para ello, y por esto Simón escapó de allí un par de veces en las que terminó volviendo por orden de los tribunales.
Al poco tiempo, Rodríguez renunció a su cargo de maestro para irse a Europa y la Real Audiencia de Caracas determinó que Simón fuera trasladado a la Academia de Matemáticas, dirigida por el padre Andújar y que funcionaba en casa de su tío Carlos.
Al parecer, en esta academia la formación de Bolívar mejoró notablemente en calidad y cantidad, y fue complementada con lecciones de Historia y Cosmografía impartidas por don Andrés Bello hasta su ingreso en el Batallón de Milicias de blancos de los Valles de Aragua el 14 de enero de 1797.
Existe la falsa idea de que entre 1793 y 1795, está inscrito al Colegio Real de Sores en el Sur de Francia, en el departamento del Tarn.

MATRIMONIO

Bolívar fue enviado a España a los 15 años para continuar sus estudios. En Madrid en 1800 conoció a la joven María Teresa Rodríguez del Toro y Araiza[7] Él sólo tenía 17 años de edad y ella 20.[8] En agosto de 1800 María Teresa aceptó el noviazgo con Simón Bolívar. Bolívar de 19 años y María Teresa de 21, contraen matrimonio el 26 de mayo de 1802,[9] en el Teatrillo del Palacio del Duque de Frías, donde funcionaba la primitiva Iglesia Parroquial de San José. Al cabo de unos 20 días se trasladan a La Coruña.

El 15 de junio de 1802 partieron los recién casados hacia Caracas, desembarcando el 12 de julio en La Guaira. Después de una corta estadía en Caracas se trasladaron a la "Casa Grande" del ingenio Bolívar en San Mateo. María Teresa enfermó poco después de "fiebres malignas", hoy día identificadas indistintamente como fiebre amarilla o paludismo, el matrimonio regresó a Caracas a su Casa del Vínculo, donde ella murió el 22 de enero de 1803 María Teresa del Toro y Alayza muere en Caracas. El joven Bolívar se dedicó a viajar, transido de dolor, para mitigar la pena que le causó el fallecimiento de su esposa. Es en este estado de ánimo cuando jura que no volverá a casarse jamás.







VIDA militar
Artículo principal: Independencia de Venezuela
A lo largo de 1808, las presiones de Napoleón desencadenaron una serie de acontecimientos que empeoraron aún más la ya comprometida situación española, el rey Carlos IV de España abdicó el trono a favor de su hijo Fernando el 19 de marzo de 1808 después de los sucesos del Motín de Aranjuez, y más tarde, el 5 de mayo de 1808 se terminó de consumar el desastre para España cuando Carlos IV y su hijo fueron obligados a ceder el trono a Napoleón en Bayona para designar a su hermano, José, como nuevo Rey de España. Esto provocó una gran reacción popular en España que desencadenó lo que hoy se conoce como la Guerra de la Independencia Española y tanto en América como en España, se formaron juntas regionales que fomentaron la lucha contra los invasores franceses para restablecer en el trono al monarca legítimo.
Sin embargo, en las juntas americanas sólo se hablaba con entusiasmo de la Junta popular de Cádiz y muchas de ellas eran vistas con recelo por las autoridades españolas, que las suponían sospechosas de ser favorables a los franceses y que no se habían olvidado de acciones como la de Antonio Nariño en Bogotá, que había publicado una obra sobre Los Derechos del hombre, el movimiento de Juan Picornell, la Conspiración de Manuel Gual y José María España, o de las fracasadas expediciones militares de Francisco de Miranda en Venezuela.
Pero también consideraban que estas juntas tenían derecho de imitar a sus análogas de la Península ya que los dominios españoles eran considerados una parte esencial e integrante de España cuyos territorios no eran considerados como simples colonias propiamente.
Con el tiempo se fueron formando dos bandos bien diferenciados como resultado de los debates políticos y la inestabilidad internacional: el de los realistas, que querían continuar bajo la dependencia directa del monarca español, liderado por Juan de Casas; y el de los patriotas, partidarios de constituir una Junta de gobierno con una autonomía plena similar a la de las Juntas provinciales en España, pero sin mantener más lazos con la metrópoli diferentes a un reconocimiento formal de Fernando VII como soberano, queriendo imitar así el ejemplo del Brasil regido desde Braganza, con autonomía de Portugal.
Así a mediados del año 1807, cuando Bolívar volvió a Caracas se encontró con una ciudad inmersa en un ambiente de gran agitación social y política que era gobernada por personajes interinos bajo la supervisión de un regio Regente visitador visto con malos ojos por la colectividad caraqueña, llamado Joaquín de Mosquera y Figueroa.
Éste era un ambiente poco propicio para enfrentar situaciones de crisis y fue una circunstancia que ayudó a precipitar los acontecimientos a favor de la Independencia.






El manifiesto a carta agena

Bolívar fue autorizado por Monteverde a trasladarse el 27 de agosto de 1812 a la isla de Curazao, ocupada por los ingleses, en la goleta española Jesús, María y José junto con José Félix Ribas, Vicente Tejera y Manuel Díaz Casado, donde permaneció un corto período.
Después se trasladó a Cartagena de Indias, en Nueva Granada, donde el proceso independentista se había iniciado el 20 de julio de 1810 y había desembocado en la formación de varías Juntas supremas que rivalizaban entre sí. En este panorama compuso un manuscrito conocido como el Manifiesto de Cartagena, en el cual hizo un análisis político y militar de las causas que provocaron la caída de la Primera República de Venezuela y exhortaba a la Nueva Granada a no cometer los mismos errores que Venezuela para no correr la misma suerte.
También en este manifiesto proponía fórmulas que ayudaran a remediar las divisiones y a promover la unión de los distintos pueblos de América para lograr el objetivo común, la Independencia.
Guera a muerte
Después de recibir autorización y recursos de la Nueva Granada, Bolívar inició una de sus acciones militares más destacadas, la Campaña Admirable.
Al principio, cuando entró desde Cúcuta en febrero de 1813 para iniciar su campaña por los Andes venezolanos, no encontró resistencia por lo que avanzó hasta Mérida y tomó la ciudad pacíficamente después de que las autoridades realistas huyeran ante su inminente llegada. Así, en esta entrada triunfal se le concedió por primera vez el título de "El Libertador", por decisión del Cabildo de Mérida.
Bandera de guerra a muerte de Bolívar.
Rápidamente las fuerzas de Bolívar empezaron a controlar la situación ganando terreno a un enemigo que huía ante el sorpresivo avance que pilló a los realistas completamente desprevenidos. Finalmente, Bolívar decidió obligar a pelear a las fuerzas realistas en Los Taguanes, un lugar entre Tucupido y Valencia donde les derrotó y forzó una capitulación que se firmó en La Victoria.

Vida política
Tras los acontecimientos de Carúpano, Bolívar llegó a Cartagena a finales de 1814 para obtener de nuevo ayuda de la Nueva Granada, que en esos momentos se encontraba también en una situación difícil que le impidió desarrollar nuevos proyectos.
Estas circunstancias y el apoyo que le daba el Gobierno neogranadino hicieron que fuera reconocido como jefe por todos los venezolanos que se encontraban en Nueva Granada, el 19 de septiembre de 1814 Bolívar se encuentra con Camilo Torres Tenorio quien preside el Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada y admitiendo los argumentos de Bolívar y ante la derrota sufrida por el General Antonio Nariño en la campaña del sur en julio de 1814, encarga a Bolívar de la conducción de la guerra. El 10 de diciembre Bolívar toma a Santa Fe y obliga así a que Cundinamarca reconozca como autoridad al Congreso de las Provincias Unidas.

muerte

El 8 de mayo de 1830, Bolívar partió de Bogotá acompañado de un grupo de amigos y políticos con solo 17 mil pesos producto de la venta de su vajilla de plata, sus alhajas y sus caballos. El vicepresidente de Colombia Domingo Caicedo le envía a Bolívar su pasaporte, pues éste tenía la intención de volver a Europa. En junio llega a Cartagena donde los lugareños le animan a seguir luchando, mientras que en Bogotá continúa la campaña en su contra. El 1 de julio el general Mariano Montilla le informa al Libertador del asesinato del Gran Mariscal de Ayacucho, noticia que desilusiona tremendamente a Bolívar. A fines del mes vio publicada en la prensa la resolución del Congreso venezolano de romper relaciones con Colombia mientras el Libertador permanezca en suelo colombiano. El agravio devoró la salud de Bolívar y sus seguidores le convencen a no partir de Colombia.
Bolívar llegó a Santa Marta en estado de postración el 1 de diciembre de 1830 tras una penosa travesía por el río Magdalena desde Bogotá y a pesar del buen clima y las atenciones recibidas, su salud empeoró a los pocos días, teniendo algunos momentos de lucidez que le permitieron dictar su testamento y su Última proclama, donde un Bolívar gravemente enfermo clamó porque su muerte por







Discursos
No es que hay dos Congresos. ¿Cómo fomentarán el cisma los que conocen más la necesidad de la unión? Lo que queremos es que esa unión sea efectiva y para animarnos a la gloriosa empresa de nuestra libertad; unirnos para reposar, para dormir en los brazos de la apatía, ayer fue una mengua, hoy es una traición. Se discute en el Congreso Nacional lo que debiera estar decidido. ¿Y qué dicen? que debemos comenzar por una confederación, como si todos no estuviésemos confederados contra la tiranía extranjera. Que debemos atender a los resultados de la política de España. ¿Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resultados a ser libres? Esas dudas son tristes efectos de las antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse con calma! Trescientos años de calma ¿no basta?. La Junta Patriótica respeta, como debe, al Congreso de la nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos.